La mal llamada pero conocida como "Casa del Intendente de la Orden de Alcántara", es una construcción del siglo XVI o principios del XVII situada en la parte baja de la que antes era la Calle Real, actual calle Hernán Cortés. Decimos "mal llamada" porque "El Intendente" como figura en si dentro del organigrama de la Orden de Alcántara es inexistente. Tal vez, suponemos, esta vivienda señorial fue usada por el alcaide de la fortaleza cuando los "encasamientos" quedaron inhabitables bien transcurrido el siglo XVII.
Adosado en su parte izquierda a otra casa señorial de enormes dimensiones y de innegable interés, el edificio, que figura con el número 8, presenta un aceptable estado de conservación debido a que ha permanecido cerrado aún encontrándose desde hace tiempo deshabitado. Su fábrica es de mampostería y ladrillo, presenta una planta irregular y es una obra de un solo piso con doblado. No hace mucho ha sido reparada la techumbre.
La fachada se presenta como un gran muro enjalbegado con dos vanos abiertos a uno y otro lado de la puerta principal, que a su vez se encuentra situada a la izquierda. Portada y vanos están enmarcados en granito mediante una estructura adintelada. Las ventanas, situadas asimétricamente respecto a la portada, se encuentran abiertas a desigual altura del nivel del suelo. Sobre todos ellos, en la parte superior de la fachada, tres pequeñas ventanas también adinteladas y de distinto tamaño, se encargan de iluminar levemente el doblado.
La ventana del extremo derecho de la fachada, que aún conserva su reja, posee un poyo y guardapolvo asentado directamente sobre la roca. La de la parte izquierda, mucho más pequeña, se abre casi a la altura del poyo que se encuentra a este lado de la puerta; además, parece ser que hubo otro vano abierto entre ésta y el extremo de la fachada, pues como se puede adivinar, se aprecian indicios de que fue tapiado.
La estructura interna destaca por la disposición de los habitáculos, desde un recibidor de acceso, se pasa a otras dependencias comunicadas entre sí a la izquierda, siendo necesario pasar por cada una de ellas para llegar a la última. A la derecha de este vestíbulo, al fondo, se encuentra una dependencia con chimenea, tal vez la cocina.
En su interior se conservan elementos decorativos en el zócalo de varias dependencias, esgrafiados de motivos geométricos y florales datados a finales del siglo XVI y principios del XVII. En la parte trasera del edificio se encuentran las cuadras destinadas al ganado y aparejos agrícolas, accesibles también por una puerta del servicio exterior en la parte más a la izquierda de la fachada. Destacan elementos como la chimenea de la cocina y varios pilones y abrevaderos de antigua e interesante factura.
Este texto ha sido resumido y extraído de la obra: GUTIÉRREZ AYUSO, Alonso: El Patrimonio de Magacela de la Orden de Alcántara. Badajoz, 2022.
Alonso Gutiérrez Ayuso